"Una vez un nutricionista me dijo que mi peso ideal es 71 kg”

Por el lado a favor de ese valor, debo reconocer que estimar un número promedio en un ambiente hospitalario donde el tiempo escasea y las prioridades a resolver deben ser inmediatas, es muy útil para estimar calorías o alcanzar una meta nutricional y médica. Pero, aún así, tampoco es un número fijo ya que varía según la edad, actividad, cirugías, estado nutricional y patologías. 

Al elegir un Peso Ideal en el consultorio, considero más adecuado y específico lograr objetivos en cuanto a la Composición Corporal del peso total de un paciente. De mi peso total, ¿cuánto tengo de grasa, músculo, huesos, piel y agua? Esas son las variables a evaluar si están en parámetros saludables, estéticos-saludables o deportivos (si así fuera el caso) para fijar objetivos en el tratamiento. Otra variable, y creo que la más importante, es cómo nos sentimos respecto a los cambios en la alimentación y hábitos y no desencadenar una obsesión con posible estrés y frustración, que solo genera mayor estancamiento del peso y desmotivación. Recordar que lo importante es mejorar la calidad de vida y sentirse en plenitud, mejorando o haciendo prevención de enfermedades.

En una encuesta que llevé a cabo en mi página de nutrición y en mis pacientes de consultorio, se demostró que el 82% prestaba más atención a la composición corporal, de lo que me alegro enormemente, porque están aprendiendo que el peso de la balanza no es más que un número total, ya que es más importante de lo que está compuesto y principalmente; de cómo se sienten con los nuevos hábitos alimentarios saludables adquiridos.    

En las siguientes infografías, se pueden observar los cambios de pacientes (no deportistas, para demostrar que mejorando la alimentación se logra una evolución positiva a nivel corporal, además de emocional). 

Trabajamos en conjunto con los pacientes con un fin saludable, pero también se aplica para fines estéticos o deportivos. Se lleva siempre a cabo una evaluación completa de análisis clínicos y alimentarios de cada paciente. Puesto que los antecedentes familiares, indicadores sanguíneos que enseñan excesos y deficiencias, gustos y hábitos, influyen en el abordaje de cada plan y para que este sea exitoso y perdure en el tiempo como un hábito, mejorando la calidad de vida.

Cabe aclarar, que no trabajamos con dietas restrictivas; a lo contrario, es educar usualmente comiendo más cantidad con más frecuencia, pero en mejor calidad y los mismos pacientes no pueden creer que de esta manera hayan podido bajar tanta masa grasa y mantener o subir la masa muscular. 

Espero que cuando elijas un cambio de hábitos para una vida más saludable disfrutes de este proceso de aprender de nosotros mismos, de nuestra salud y sentirse mejor por dentro y fuera.